Así vivo cada día cuando voy a trabajar desde mi casa (colonia San José Mayorazgo) hasta mi trabajo (Barrio del Alto)
Y todas las imágenes que verán a continuación lo ven muchas personas que han decidido cambiar su modo de transporte por algo inteligente, que economiza y no contamina además de ser saludable y divertido: la bicicleta.
Aquí paso a paso desde que salgo de mi hogar.
1.-Salida (8:20).
El recorrido que hago es de aproximadamente 7.4 km. El punto A es mi casa y el B es el trabajo.
De acuerdo con el Plan de Transporte No Motorizado de Puebla, el Centro Histórico sigue siendo el principal atractor de viajes (en bicicleta también). El Barrio del Alto, donde se encuentra el lugar donde laboro es un barrio fundacional de la ciudad que por lo tanto se encuentra dentro del Centro Histórico.
2.- Primer encuentro: Don Tomás (8:21).
Si bien andar en bicicleta te acerca a la gente. Esto pasa en cuanto salgo y llego a la esquina, me encuentro usualmente con Don Tomás o con alguien de su familia quienes trabajan de 8:00 a 19:00hrs, y representan dentro de la calle, una mirada estratégica sobre los acontecimientos en la misma. Sus ensaladas para llevar son altamente recomendables.

3.- Pasando e imaginando una calle más segura (8:22).
Suelo tomar calles secundarias hasta llegar al punto en el que deba tomar una primaria, esto además de ser más seguro, representa una oportunidad para echarle un ojo al vecindario. Él cual se caracteriza por tener gente a todas horas y sin falta: tener gente paseando perros

4.- El Parque de la colonia (8:22).
Inmediatamente encuentro el parque, donde he pensado que sería oportuno dotar de una estructura que genere sombra y permita extender el horario de actividad para el uso de los ejercitadores.

5.- Encontrarse para recordarse (8:23).
A menudo me encuentro a mi tía quien vive apenas a unas calles de mi casa. Me llega a saludar a lo lejos, o a lo cerca como en esta ocasión quien también me saludó fue Milo (su perro).

6.- Cruce que hace falta intervenir (8:25).
Este crucero así como infinidad de ellos en la ciudad, requiere de adecuaciones que mejoren la accesibilidad y la seguridad de los usuarios. (Tanto peatones, como ciclistas y automovilistas). Y que por favor un día los cables dejen de estorbar el paisaje.

7.- Dejarse llevar (8:25).
En esta parte del viaje, sólo vale una cosa: dejar de pedalear, soltar el manubrio y sentir el aire entre tus manos y dedos.

8.- El perro broncudo (8:26).
Al andar en bicicleta sueles percibir los sonidos de varias formas. En este caso, siempre que pasaba por esta esquina, el perro de la casa no dejaba de ladrar

No por que ladre, necesariamente signifique que quiere morder y lo comprobé, bajando de la bici, y llamándole. Se puso tan contento que no dejaba de babear mi mano.

Al final nos hicimos amigos. Supe que quería que me quedara por su chillido.

9.- Las ciclovías invisibles (8:28).
En Puebla como en muchas ciudades, el gran problema que se tiene es la errónea utilización del espacio vial. Muchas veces las vialidades tienen carriles excesivamente amplios, lo cual permite a los conductores alcanzar grandes velocidades y con ello producir accidentes. Por otro lado adecuaciones correctas hacia estos anchos, generaría espacio para ciclovías, o ciclocarriles.

10.- El carril «Bus Bici» (8:29). Avenida Nacional.
Este tipo de infraestructura es el que permite que el transporte público y la bicicleta compartan la vía. Sí, de momento suena peligroso, sin embargo esto se da, a todas horas del día. Invertir en infraestructura que permita una mejor convivencia nos daría mejores calles. Reductores de velocidad, confinadores y paraderos de transporte público son algunos ejemplos.

11.- Rincón de flores (8:30).
En esta esquina, de lunes a viernes, estas flores le adornan. No las había notado hasta apenas en este recorrido, más sí recuerdo que en aquel lugar hay gente en las esquinas ofreciéndoles. Si en bici resultó difícil percibir este rincón colorido, en auto ¿Cómo será?

12.- Rebasando autos y contando personas. (8:32).
Ningún ciclista puede negar que es divertido rebasar a los autos.

13.- Queremos menos tráfico y todos quieren ir en el auto a su destino (8:33). Calle 5 Sur.
Por lo regular al pasar en esta calle, me cuestiono sobre ¿qué pasaría si aplicáramos un correcto ordenamiento de carriles? En fin, algo que de verdad decepciona es seguir viendo autos sobre banquetas.

14.- «Las banquepostes» (8:36).
Las banquetas hechas para los postes y no para las personas. Triste, pero cierto.

15.- Reflejo (8:37). Calle 5 Sur.
Al llevar ya 17 minutos de viaje, este edificio me dejó tomar una foto de como voy en la bici.

16.- Banquetas amplias, por favor. Calle 5 Sur.
En la foto que sigue se puede apreciar como estoy llegando al Centro Histórico y ¿por qué? bueno, en parte por que la calle tiene un menor ancho y su vez por la arquitectura de los edificios quienes también reflejan un descuido muy remarcado en su mantenimiento y conservación.

18.- Cuando me cuidan la ciclovía (8:38). Calle 5 Sur.
Es agradable ver a las personas del Servicio Operador de Limpia del municipio que trabajan para que la ciclovía se mantenga sin basura. Se vale agradecerles con un «buenos días»

19.- La oportunidad de la calle Reforma (8:42). Calle Reforma.
Me gusta tomar la calle Reforma en vez de continuar por la ciclovía que baja en la 4. La convivencia con los autos a esa hora del día es muy tranquila. Lo inquietante es la cantidad de gente que viene y va, espera y se desespera haciendo grandes filas. Desde luego, Reforma podría ser diferente, más humana.

19. – Ratoneo (o de rebasar entre los autos ) (8:43). Calle Juan de Palafox y Mendoza.
Antes de terminar Reforma-Juan de Palafox y Mendoza, suelo pasarme al carril izquierdo, dónde por lo general los autos dejan un espacio perfecto para ratonear y ganar la posición hasta el frente.

20.- Llegada.

Conclusión:
Transportarse en bicicleta nos invita a imaginar una ciudad diferente, donde es posible la convivencia entre todos los que nos movemos para llegar a nuestro destino. A veces sólo requiere de voluntad. Como, que la ciudad puede ser otra siempre y cuando exista esa voluntad. ¿De quién? De todos. Algo que se constituye por todos requiere de la acción de todos.
Me encantó tu reportaje jajajaja.
Por cierto el «Perro Broncudo» es mi perrita, y se llama Zoé!
Me da gusto que ahora sean amigos jejeje. Ella es un amor!
Tiene un gran hobby y me imagino, que ya sabes cuál es….. LE ENCANTA LADRAR!!!!
PD. pronto me compraré una bici, para disfrutar del trayecto, igual que tú 🙂
Que maravilla saber que es perrita.
Este comentario me tomó por sorpresa, jamás imaginé que llegaría este relato hasta los ojos de la mamá de Zoé.( me encanta su nombre )
Mucho gusto y que bueno que te haya gustado, pero mejor aún que optes por tomar una bici y disfrutar la ciudad. El tráfico ya no es la opción.
Saludos Ana.
woooow que padre!!
Yo me dedico a vender y mis entregas las hago en bici.
No sabia andar en bici, admito que el ruido del motor de los carros me paralizaba al comenzar a andar en bici, pero es super divertido, ahora ya no suelto mi bici.
Me encantó tu recorrido!
Y sí, uno ve diferente la vida cuando andas en bici =D
María.
¡Qué gusto leerte!
Buenísimo 😀
Ese ruido del motor cada vez es más fuerte. Cuando puedas ¿nos compartes tu recorrido de las entregas?